Todo comienza bien. Empiezas esa dieta que haz elegido como tu plan para bajar de peso o mantenerte. Al principio, todo es nuevo: cuándo comer, cuánta comida, a qué horas, tener en cuenta qué clase de comida debes comprar o preparar.
Cambias tu estilo de vida radicalmente, basado en la idea de querer hacer. Rechazas la porción de esa torta que fascina, dejas a un lado el azúcar refinado, las gaseosas, el café, la comida rápida que tanto te gusta.
Cuesta adaptarse a los nuevos cambios, en mayor o menor medida, ¿A quien no le cuesta?. Pero la idea sigue ahí, así que el ánimo también. Ahora ha pasado una semana. Hay momentos en los que extrañas el sabor de aquella deliciosa comida que ahora no puedes ingerir. Extrañas las idas a aquel restaurante o los deliveries. Sin embargo, te concentras para no perder el hilo de todo tu esfuerzo.
Ya han pasado varias semanas y entonces decides probar un bocado de aquello que sabes que no debes comer. Piensas que no está mal, ya que romper tu rutina de vez en cuando no te traerá ninguna consecuencia.
Lo sigues haciendo. Sigues comiendo lo prohibido.
Un día cualquiera, ya sea una fecha ordinaria o especial, vuelves a tu restaurante favorito. Pides aquello que extrañabas. Te sientes bien, pero te acuerdas que estás haciendo dieta y la gente que está a tu alrededor espera para ver qué decides hacer. ¿Qué es lo que te pasa por la cabeza? Eso depende. Quizá quieres comer eso que sabes que no puedes. Se te hace agua la boca. Entonces, los instintos entran en acción. Te controla la ansiedad por comer golosinas, galletas, caramelos, una hamburguesa... no puedes parar.
Algunos días más tarde, si no es que antes de ese momento, te das cuenta que será imposible mantener tu plan. Empiezas a comer más, tus comidas no son balanceadas y recurres a hábitos como quedarte en casa.
Te haz desanimado. Haz perdido la fuerza de voluntad. No tiene caso seguir con esa dieta que te prometía excelentes resultados. ¿Qué debes hacer para mantener tu dieta y no desfallecer?
1. ESTABLECE METAS REALISTAS
Antes de empezar con tu dieta, traza metas realistas. No tiene sentido que digas que vas a bajar 30 o más kilos en 3 meses. Ponte objetivos alcanzables. En Crea puntos de referencia alcanzables más pequeños, que sean tu aliciente para continuar.
Es decir, que tu primera meta debe ser bajar 1 talla de ropa. Después que hayas bajado esos 4 o 5 kilos, crea un segundo punto de referencia: bajar otros 5 kilos. Esta vez, en un poco más de dos semanas. Si no tienes afán, claro. Y así sucesivamente.
Cambias tu estilo de vida radicalmente, basado en la idea de querer hacer. Rechazas la porción de esa torta que fascina, dejas a un lado el azúcar refinado, las gaseosas, el café, la comida rápida que tanto te gusta.
Ya han pasado varias semanas y entonces decides probar un bocado de aquello que sabes que no debes comer. Piensas que no está mal, ya que romper tu rutina de vez en cuando no te traerá ninguna consecuencia.
Lo sigues haciendo. Sigues comiendo lo prohibido.
Un día cualquiera, ya sea una fecha ordinaria o especial, vuelves a tu restaurante favorito. Pides aquello que extrañabas. Te sientes bien, pero te acuerdas que estás haciendo dieta y la gente que está a tu alrededor espera para ver qué decides hacer. ¿Qué es lo que te pasa por la cabeza? Eso depende. Quizá quieres comer eso que sabes que no puedes. Se te hace agua la boca. Entonces, los instintos entran en acción. Te controla la ansiedad por comer golosinas, galletas, caramelos, una hamburguesa... no puedes parar.
Algunos días más tarde, si no es que antes de ese momento, te das cuenta que será imposible mantener tu plan. Empiezas a comer más, tus comidas no son balanceadas y recurres a hábitos como quedarte en casa.
Te haz desanimado. Haz perdido la fuerza de voluntad. No tiene caso seguir con esa dieta que te prometía excelentes resultados. ¿Qué debes hacer para mantener tu dieta y no desfallecer?
TIPS PARA SEGUIR TU DIETA
CON ÉXITO
1. ESTABLECE METAS REALISTAS
Antes de empezar con tu dieta, traza metas realistas. No tiene sentido que digas que vas a bajar 30 o más kilos en 3 meses. Ponte objetivos alcanzables. En Crea puntos de referencia alcanzables más pequeños, que sean tu aliciente para continuar.
Es decir, que tu primera meta debe ser bajar 1 talla de ropa. Después que hayas bajado esos 4 o 5 kilos, crea un segundo punto de referencia: bajar otros 5 kilos. Esta vez, en un poco más de dos semanas. Si no tienes afán, claro. Y así sucesivamente.
2. LA DISCIPLINA TRAE EXCELENTES RESULTADOS
Sé constante, comprometerte con tu futuro, con tu apariencia, tu salud y tu estado físico. La mentalidad que tomes te generará sentimientos y emociones que te harán o no tomar acción. Así que deberás ser consciente de esto y no abandonar lo que estás por comenzar. Es mucho más fácil ser persistente cuando estableces puntos de referencia que logras superar con facilidad.
Lo importante es que no desistas de lo que estás haciendo cuando sientas que no lo estás logrando. Nada ocurre de la noche a la mañana y es importante que interiorices esta frase.
3. VE DESPACIO
Hacer dieta implica hacer cambios en tu estilo de vida, y esto no sucede de la noche a la mañana. Las personas que se obligan a hacer dietas extremas o restrictivas, tienen mayor tasa de fracaso que las que llevan su plan poco a poco. Esto lo han enfatizado importantes nutricionistas o nutriólogos, los especialistas en nutrición como el mismo doctor Mosley.
4. ESPERA REVECES EN TU DIETA
De echo, el azúcar en forma de glucosa es algo que por naturaleza nuestro organismo nos pide a diario. Es mejor darle uno que otro gusto a tu organismo de vez en cuando, así como a tu mente; que privarlos de algo que es casi natural.
5. NO TIENES POR QUÉ SER PERFECCIONISTA
La idea de controlar minuciosamente todo, es abrumadora. Muchas personas recomiendan que anotes todo cuanto comes, en qué cantidades, cuántas calorías de este o aquel alimento, cuántas calorías ingeriste el día de ayer...
Eso es sumamente aburridor, y es la PRIMERA CAUSA de que abandones la dieta. Así que sólo acostúmbrate a ver menos comida en tu plato, calcula el tamaño de las porciones, y si de casualidad no comiste algo o comiste un poco más de lacuenta, recuerda que mañana es un nuevo día.
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