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3 FORMAS DE PREVENIR EL ESTRÉS


<img src="meditar-en-casa.jpg" alt="tómate 15 minutos para meditar en casa por la mañana. Libérate del estrés."/>
Es sabido desde hace mucho tiempo que el estrés, en especial el estrés emocional, cuando llega a su límite, es la causa de varias enfermedades psicológicas y físicas, tanto en mujeres como en hombres. 

Por esta razón se recomienda a toda costa prevenirlo.

Afortunadamente, hay muchas formas de hacerlo naturalmente para que puedas mantener tu buen estado emocional, psicológico y físico.


¿QUÉ ES EL ESTRÉS?


Para algunos expertos, el estrés es una reacción natural del cuerpo ante un estado de máxima alerta, mientras que, para otros, es visto como un proceso que incluye la influencia de diversos factores así como sus componentes y la retroalimentación del medio externo [1].

También se deben considerar las implicaciones neuroendocrinas, inmunológicas, emocionales y conductuales ante situaciones que requieren de una habilidad mayor de adaptación a las circunstancias que se van dando en el ambiente y que son percibidas como amenazantes o que representan algún peligro; sea para el bienestar físico o psicológico.

Es decir, entre mayor sea el nivel de estrés, más resfriados, susceptibilidad ante situaciones imprevistas o tensionantes y mayor el riesgo de perder control en situaciones laborales y en el hogar [1].

El estrés se produce como consecuencia de una discrepancia importante entre las capacidades de una persona, el conjunto de valoraciones personales de las situaciones y las expectativas entre lo imaginación y la realidad, y se caracteriza por desarrollarse en tres fases principales:


1. Fase de Reacción (Alarma): Cuando un estímulo (o estresor) aparece, la resistencia fisiológica disminuye, mientras el organismo reúne fuerzas. Se caracteriza por una baja resistencia a ante los agentes productores de tensión.

2. Fase de Resistencia: Que está sujeta a la fuerza y capacidad de la persona para soportar las situaciones. En esta fase se comienza a experimentar síntomas físicos y y mentales de diversa índole.

3. Fase de Agotamiento: Cuando no se puede seguir enfrentando o no hay más herramientas para confrontar tanto la situación que causa estrés como al estímulo.

En esta etapa, no solo ocurre un desbalance hemostático y fisiológico en el cuerpo; sino que el organismo colapsa y cede ante cualquier estímulo, por pequeño que este sea [2].

Como resultado, pueden aparecer:

  • Alteraciones dermatológicas (de la piel, las uñas y el cabello), 
  • Trastornos gastrointestinales
  • Hipertensión arterial,
  • Falta de Concentración, 

  • Ataque cardíaco,
  • Úlceras, 
  • Asma, 
  • Algunos tipos de Cáncer, 
  • Derrame cerebral,
  • Entre otras manifestaciones clínicas. [2].




EL ESTRÉS PSICOLÓGICO 



Cuando el nivel de exigencia que nuestro cerebro percibe es alto, aparece el malestar físico y emocional causado principalmente por la liberación de Cortisol por el Hipotálamo y de Adrenalina por la Corteza Suprarrenal.

El estrés de tipo psicológico lleva a que se desencadenen y evolucionen trastornos mentales como estrés postraumático, trastornos por ansiedad y depresión, entre otros tipos de psicosis, cuya intensidad variará de persona a persona. El trastorno psicológico más común, es la depresión.

La depresión es una enfermedad común pero que requiere de atención médica. Se caracteriza porque te lleva a experimentar sentimientos de baja autoestima y la forma como piensas y actúas ante las situaciones de la vida.

Está influenciada por factores sociales, ambientales, psicológicos, del comportamiento, genéticos, hormonales, inmunológicos, bioquímicos y neurodegenerativos [5].

Esto significa que los estímulos del medio ambiente (lo que pasó, lo que dijo alguien, un mal resultado, una opinión, entre otros) pueden desencadenar la forma como el cuerpo reacciona cuando se le da demasiada importancia a estos [4].

Aunque, por otro lado, también se trata de un mecanismo de baja autoestima, de no aceptación de las decepciones (ya que se tienen expectativas muy altas) y de auto-consideración llevado al límite.



Si se trata, la depresión tiene un buen pronóstico y responde bien a las medidas de apoyo. Las guías prácticas para el manejo de la depresión recomiendan la terapia cognitivo-conductual (TCC), la psicoterapia interpersonal (PTI) y alternativas naturales como tratamientos de intervención eficaces (Vázquez, et al 2014)




¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS DE ESTRÉS EN MUJERES? 



Después de que el cuerpo y la mente entran en la fase de agotamiento, las personas comienzan a ceder ante cualquier estímulo; sea externo o interno y, como no cuentan con mecanismos de afrontamiento; se producen los síntomas más significativos del estrés.

Existen dos tipos de síntomas que comienzan a ser evidentes:


SÍNTOMAS FÍSICOS 



Cuando las situaciones que causan estos estados funcionales son frecuentes (diarios en nuestro vivir); existe una mayor probabilidad de que se produzcan úlceras gástricas, arritmias cardíacas, asma y enfermedades del corazón. Incluso, hasta algunos tipos de cáncer: de estómago, por ejemplo.

Esto ocurre cuando los primeros síntomas son ignorados.

La acumulación de tensión al interior de nuestros órganos internos va haciéndose cada vez más intensa. Entonces aparece el dolor de cabeza inexplicable, la tensión muscular, las migrañas frecuentes y algunos padecimientos menores como:


  • Dolor de cuello y espalda, 
  • Falta de energía e insomnio. 


Si no les colocas toda la atención a estos malestares que se comienzan a volver cada vez más frecuentes, lo que indica que tus niveles de ansiedad y presión están comenzando a manifestar algo más serio; puedes sufrir los efectos descritos más arriba.




SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS 



El estrés también es la causa de problemas psicológicos asociados con trastornos mentales y del comportamiento, incluyendo diversas formas de depresión, ansiedad, algunas fobias, irritabilidad e intolerancia a la frustración, en diversos grados, cediendo ante la presión mas fácilmente.

Frente a cualquier estímulo negativo que una persona estresada reciba; reaccionará de manera exagerada, incluso a situaciones que, en apariencia, no tienen una importancia significativa.

El estrés psicológico también se caracteriza por mostrar los siguientes síntomas, más leves al comienzo:


  • Falta de interés, 
  • Apatía o desánimo.




 3 FORMAS DE PREVENIR EL ESTRÉS



Existen métodos naturales para aliviar y prevenir el estrés que, practicados a diario, funcionan. 

Tomar analgésicos y otra clase de pastillas para aliviar los síntomas físicos leves de dolor de cabeza, muscular o de estómago al igual que la tensión que se manifiesta cuando el cerebro percibe una situación amenazante, puede ser la antesala de una enfermedad potencialmente fatal. 

Tratar de explicar los síntomas del estrés atribuyéndolos a la carga laboral, situaciones como el tráfico o a otras personas que resultan "irritantes o molestas", no siempre es lo mejor; porque simplemente les estás colocando la atención que debería estar enfocada en tu situación vital y objetivos de vida; así que se estarán pasando por alto las señales que indican que debes cuidarte. 

La buena noticia, es que siempre puedes recurrir a técnicas tan milenarias como: 


  1. El Ejercicio Físico, 
  2. La Meditación y
  3. Llevar una Dieta Balanceada. 



Cada una de estas técnicas te aportará varios beneficios, no solo físicos, sino también mentales y espirituales. 





1. EJERCICIO FÍSICO

Cuando dejamos por unos momentos de pensar en lo que sube los niveles de ansiedad, la irritación y el mal humor; entonces todo se vuelve más llevadero [3].

Existen técnicas tan efectivas como el running (trotar o correr a buen ritmo durante unos minutos, utilizando técnicas de respiración adecuadas), una rutina de Tai-Chi o de Yoga que son opciones tan saludables, como recomendables. 

La práctica diaria de estas formas de actividades son efectivas para tomarte un tiempo a solas con tu yo interno, con tus pensamientos, con tu persona y con la fuerza que tienes; mientras haces algunas posturas físicas que te permiten enfocar tu concentración para poner en práctica herramientas de enfrentamiento previniendo que los síntomas se vayan agravando.




2. LA MEDITACIÓN


Es una de las mejores formas de prevenir el estrés. 

De acuerdo con el Madhav Goyal, profesor asociado a la Bloomberg School of Public Health de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, MD, Estados Unidos; este método le permite a todas las personas que la practicamos relajar nuestra mente, al encontrar una manera de liberar la tensión acumulada que podemos desechar de todo aquello que nos afecta [4].

Examinar nuestros más profundos deseos, así como nuestras capacidades, habilidades y cualidades mediante la aplicación de pasos para dejar fluir los pensamientos y soltar todo lo que llevamos dentro; relajando nuestro cuerpo, concentrándonos en no pensar y llevar nuestra atención hacia el bienestar; es una forma de ir a aprendiendo a manejar nuestra mente y comportamiento, controlando la manera como reaccionamos a los estímulos externos que son los que hacen que aparezca el estrés. 

Dedica solo 15 a 30 minutos al día para liberarte del estrés. Si comienzas a practicar esta técnica; estarás ayudando a prevenir enfermedades físicas, psicológicas y emocionales serias. 





3. LLEVAR UNA DIETA BALANCEADA



Aunque no lo creas, llevar una dieta saludable y equilibrada para tu salud, influye en gran medida en tu bienestar. 

No solamente porque te preocuparás por comer más saludablemente, sino porque te sientes bien por cuidarte. 

Comer alimentos saludables como una práctica de bienestar te ayuda a cada momento del día a recordar que estás llevando a cabo una práctica que te hace bien. 



Por eso incluye alimentos en tu dieta diaria como: 


  • Alimentos ricos en Omega-3 (pescados, aceite de oliva, semillas y aguacate)
  • Carnes magras, 
  • Avena y demás cereales, 
  • Frutas y verduras frescas, 
  • Comidas bajas en sal y azúcar (poco alcohol) y 
  • Frutos secos (almendras, nueces o pistachos) [5].


Es buena forma de reducir los trastornos del estado de ánimo y afectivos relacionados con este mal tan extendido a nivel mundial [6]. 




TIP EXTRA 

Tomar pausas activas y pequeños descansos en tu hogar, lugar de trabajo cuando lo puedas hacer, es muy recomendable... 



Estos han sido tres métodos que te ayudarán a liberarte del estrés y a prevenir que aparezca, además de contribuir a que tengas una mejor salud, incrementes tu energía y vitalidad. 

¿Sufres de estrés? ¿Cuáles síntomas físicos y/o psicológicos experimentas con frecuencia? ¿Haces ejercicio, así sea en casa? ¿Practicas una rutina de Tai-Chi o Yoga? 

Déjanos tus respuestas. 


Hasta la próxima entrada!



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Material de Apoyo: 

[1]. Trucco, M. (2002). Estrés y trastornos mentales: aspectos neurobiológicos y psicoemocionales. Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría, vol. 40 (2), Santiago de Chile, nov. 2002. 

[2]. Pérez-Núñez, D., García-Viamontes, J., García-González, T., Ortíz-Vásquez D. y Centelles-Cabreras, M. (2014). Conocimientos sobre estrés, salud y creencias de control para la Atención Primaria en Salud. Revista Cubana de Medicina General Integral, vol. 30 (3), Ciudad de La Habana, Cuba. 

[3]. Villegas, F. 2010. Ejercicio y depresión. Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. 39, núm. 4., Bogotá, Colombia, oct-dic. 2010. 

[4]. Garrido, J. (s.f.). Mindfulness ¿Meditación para la ansiedad y la depresión?. Página web de psicopedia. Disponible en: https://psicopedia.org/2424/mindfulness-meditacion-para-la-ansiedad-y-la-depresion/ 

[5].  Márquez, Mariana. 2016. Depresión y calidad de dieta: Revisión bibliográfica. Revista Archivos de Medicina. Departamento de Psiquiatría, Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México. 

[6]. Vázquez, F., Blanco, V., Torres, Á., Otero, P. y Hermida, E. 2014. La eficacia de la prevención indicada de la depresión: una revisión. Revista Anales de Psicología, vol. 30, núm. 1, Murcia, España. http://dx.doi.org/10.6018/analesps.30.1.138931 


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