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FRUTAS PARA DIABÉTICOS


<img src="frutas-para-diabéticos.jpg" alt="solamente un grupo de frutas está recomendado para personas con diabetes tipo 2"/>
Para muchas personas que padecen de diabetes, la reducción sustancial de la ingesta de ciertos alimentos es algo que, en muchas ocasiones, no es tan fácil de aceptar. 

Las personas que padecen de diabetes tipo 2 deben experimentar el factor de control de la glucemia (o glicemia) de manera más frecuente y más precisa que la gente que no padece esta enfermedad. 

Este tipo de diabetes o Diabetes Mellitus, es un trastorno en el cual los valores sanguíneos de glucosa (un azúcar o carbohidrato simple) son anormalmente altos, debido a que el organismo no libera insulina o la utiliza de manera inadecuada. 

Cuando se ingiere azúcar en forma de glucosa, fructosa (el azúcar de las frutas), galactosa (el azúcar de la leche), sacarosa, maltosa, entre otros tipos de azúcar presentes en alimentos de origen animal y vegetal; el propio organismo debe convertirlas en el primer tipo de azúcar simple para llevar esta sustancia hasta las células, mediante la sangre. 

Igualmente ocurre con las grasas, las proteínas, las vitaminas y los minerales (para lo cual, el cuerpo utiliza vías bioquímicas para descomponer los macro-nutrientes para convertirlos en aminoácidos, azúcar u otros compuestos; o bien para utilizar estas vitaminas y minerales para apoyar otros procesos metabólicos). 

Las concentraciones de azúcar varían durante el día. Aumentan después de cada comida, disminuyendo al cabo de unas horas luego de que la insulina lo ha ayudado a transportar hacia las células. 

Inmediatamente después de desayunar, los valores de glucosa en la sangre se suelen situar desde los 120 mg/dL hasta los 140 mg/dL. [2]. 

Después de 2 horas después de tomar el desayuno por ejemplo; los niveles de azúcar en la sangre se deben situar entre 70 y 110 mg/dL (miligramos por decilitro). [2]. 


Sin embargo, cuando las células del páncreas siguen segregando insulina o se presenta un problema con la aceptación de esta por parte de las células; es cuando el azúcar queda circulando en la sangre (hiperglicemia o hiperglucemia). 






LA DIABETES 


Es una enfermedad que se caracteriza por que hay demasiada azúcar circulando en la sangre; lo que puede generar un daño en los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de que se presenten enfermedades del corazón (infarto), enfermedades renales y aquellas relacionadas con la orina; sin olvidar problemas de tensión y de la vista, principalmente. 

La diabetes es una enfermedad que se origina cuando el cuerpo no produce suficiente insulina para que los valores sanguíneos de glucosa se mantengan normales o cuando las células no responden adecuadamente a la insulina. 

En la situación en la que el páncreas produce poca insulina o no la produce, por que las células del islote de langerhans se han agotado o no producen suficiente insulina en su conjunto (la llamada diabetes tipo 1) o en la situación en la que las células de esta región del páncreas producen insulina incluso a valores superiores que los normales (la llamada diabetes tipo 2




EL TRATAMIENTO DE LA DIABETES 

Requiere del control del peso corporal, de ejercicio físico y de una dieta especial. 

Cuando el profesional o profesionales de la medicina y la nutrición se enteran de este problema en una persona; ajustan las cantidades de alimentos y líquidos que esta puede consumir o ingerir; optimizando tanto las porciones, como las frecuencias de consumo (las horas de las comidas principales y las meriendas) dirigiendo la alimentación hacia el control de los niveles de colesterol y tensión arterial [1], [2], [3]. 

Por supuesto, dentro de la dieta o plan de alimentación especial, entran las frutas, que no son la excepción; así algunas personas digan que los tipos de azúcar de las frutas como la fructosa, son malos. 





RECOMENDACIONES PARA DIABÉTICOS 




Es cierto que las frutas contienen muy pocas kilocalorías en comparación con otros alimentos, así como azúcar natural no procesado. 

Sin embargo, estas cantidades varían de unas frutas a otras. 

Para evitar que las personas que padecen diabetes tipo 2 sufran de una subida repentina de sus niveles de azúcar en la sangre, se les indica que reduzcan notablemente - o se les prohíbe-  el consumo o ingesta de determinados alimentos tales como: 



-  Harinas refinadas y algunos carbohidratos complejos (pastas, arroz, etc.) 
-  Comida enlatada, 
-  Comida salada,
-  Salsas (de cualquier tipo),
-  Comidas rápidas,
-  Carnes procesadas y curadas,
-  Así como ciertos tipos de bebidas como café, agua embotellada y sodas, algunos vinos y licores, maltas, entre otras bebidas)... Principalmente.



Aunque a veces un alimento dulce: un caramelo, una pequeña porción de un postre o una tarta; incluso, una pequeña porción de un dulce casero puede prevenir la hipoglucemia o situación donde los niveles de azúcar en la sangre son tan bajos que ponen en peligro la vida [3]. 

Esto es porque nuestro cuerpo necesita y está hecho para procesar el azúcar más rápidamente si está en forma de carbohidratos simples, que de fuentes como proteínas o grasas; para lo cual debe trabajar bastante para producir azúcar [3]. 

En este caso, el azúcar se necesita con urgencia; por lo que un alimento dulce es obligatorio que lo tengamos a la mano.

En casos más graves, se puede dar la circunstancia de que la persona también deba suspender su consumo de algunas frutas con índice glucémico alto (mayor a 55), debido a que su organismo es sensible a detectar los niveles de azúcar que ingresan al organismo y, por lo tanto, segregan una gran cantidad de insulina al instante. 




 EL ÍNDICE GLUCÉMICO (I.G.)


Es la medida de la rapidez con la cual los alimentos pueden subir el nivel de azúcar en la sangre, haciendo que algunas células de una región del páncreas produzcan y segreguen una determinada cantidad de insulina a la sangre; con el fin de cumplir con la demanda de transporte de este nutriente hacia las células. 

Va desde el cero (0) hasta el cien (100); lo que significa que, entre mayor sea el número dado a un determinado alimento; éste causará una elevación rápida, media o lenta del nivel de azúcar en la sangre. 

Es importante mantener estables los niveles de azúcar en la sangre para evitar segregaciones de insulina que, en repetidas ocasiones, pueden causar problemas serios para el propio organismo [1]. Elegir alimentos con un I.G. bajo, es una práctica que ayuda a prevenir esta clase de problemas. 

Los lácteos, las semillas, los batidos de verduras y avena, los cereales y ciertas frutas cítricas y secas, además de algunas comidas cocidas al natural; contienen bajo I.G. [2]. 



<img src="batidos-de-frutas.jpg" alt="las frutas se pueden comer enteras o como parte de un batido."/>




FRUTAS PARA DIABÉTICOS 


Las frutas son alimentos que aportan vitaminas, minerales, fibra, oligoelementos y antioxidantes para nuestro organismo; aparte de azúcar simple natural que no eleva la glucemia como los demás tipos de alimentos que contienen galactosa, lactosa, manosa u otros tipos de azúcares similares [2]. 

No todas las frutas aportan la misma cantidad de azúcar. De acuerdo con este índice; solamente un selecto grupo de frutas se pueden consumir con tranquilidad. 




FRUTA
ÍNDICE GLUCÉMICO (I.G.)
Mandarina
17,6
Uva
15,9
Banano
15,6
Manzana
12,0
Piña
10,2
Ciruela
10,2
Pera sin Piel
8,8
Naranja
7,8
Durazno
5,8
Fresa
5,3
Limón / Toronja
2,8



Se recomienda que las personas, independientemente de si padecen de diabetes mellitus o no; ingieran varias porciones de fruta al día [1]. 



Es bueno seguir las siguientes recomendaciones: 

  • Guiarse por el tamaño de la mano cerrada para establecer porciones cuando se trata de comer fresas, ciruelas, uvas y/o mandarina. 
  • Para el caso de las fresas y las demás frutas, se puede calcular una taza pequeña de fruta, tanto para las meriendas o como acompañamiento para cualquier comida principal. También como parte de un plato importante [2].  



Esperamos que estas recomendaciones les puedan servir a la hora de comer frutas. 

¡Cuídense y hasta la próxima entrada! 


__________
[1]. Rolfes, S., Pinna, K. & Withney, E. (2018). Understanding Normal and Clinical Nutrition. Eleventh Edition. Cengage Learning: Boston, MA, USA. 
[2]. Durán Aguero, S., Carrasco Piña, E. y Araya Pérez, M. (2012). Alimentación y Diabetes. Revista Nutrición Hospitalaria, vol. 27, núm. 4, Madrid, España, julio-agosto 2015. 
[3]. Berkow, R., Beers, M. y Fletcher, A. 1997. Manual Merk de Información Médica para el Hogar. Editorial Océano, Barcelona, España.


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