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¿POR QUÉ NO BAJO DE PESO SI HAGO EJERCICIO Y DIETA?


<img src="por-qué-mi-dieta-no-funciona.jpg" alt="existen 3 razones del porqué tu dieta no funciona"/>
La respuesta a esta pregunta no es tan simple como parece. 

Como ya sabrás, nuestro organismo es una "máquina" que está hecha para sobrevivir y, como parte de este objetivo, el metabolismo se encarga por diversos medios de garantizar que ese fin siga cumpliéndose. 

Si llevas varios días haciendo una dieta baja en energía y haces ejercicio, pero no bajas de peso como antes o como necesitas; debes ser consciente de cuánta comida estás comiendo y desde hace cuánto y cuánto ejercicio haces y con qué frecuencia. 

¿QUÉ PASA CUANDO COMES POCO?


Cuando comes poco por más de 14 días, entonces tu cerebro le dice a tu cuerpo que debe ahorrar parte de lo poco que comes, gastando lo necesario en las funciones básicas (Metabolismo Basal) y almacenando un porcentaje de lo poco que comes en forma de grasa (triglicéridos). 

Esto es porque percibe que no hay suficientes alimentos disponibles, por lo que debe ahorrar para enfrentar "la hambruna". Es decir, interpreta como si estuvieras pasando una situación de vida o muerte [1].  

También es por esta razón que, al hacer ejercicio intenso (si lo haces), te cansas más rápido que de costumbre al hacer cualquier tipo de actividad física bajo esta situación (cuando hacen una dieta restrictiva). 









En este punto, tu cerebro no solamente comienza a enviar señales nerviosas a todas células del cuerpo para que hagan lo posible para que comiencen a utilizar otras fuentes para producir la energía que necesita. 

Dentro de estas están tales como los aminoácidos y las proteínas musculares; sino que hace que nos de un poco más de sueño. Esto, para ahorrar energía [1].







¿POR QUÉ NO PUEDO BAJAR DE PESO? 


Los siguientes son los motivos más habituales por los cuales una persona puede adelgazar. No solo se trata de no hacer ejercicio o abandonar la dieta.  







1. HACER UNA DIETA REPETIDAS VECES


El primer actor implicado en el detenimiento de la pérdida de peso tiene que ver con los hábitos que viene practicando la persona; es decir, con las acciones que repite (o comienza a repetir) a lo largo del tiempo [2].

Por ejemplo, hacer una dieta restrictiva en energía con intervalos de tiempo. Esto provoca que, cuando se acaba el periodo de la dieta que, generalmente dura menos de 1 semana; las costumbres de antes aparecen y entonces es cuando el peso se recupera rápidamente [1]. 





2. ABANDONAR LA DIETA


   El segundo problema viene cuando la persona que está haciendo dieta decide por su propia voluntad abandonar las actividades tendientes a perder peso y a adelgazar, por cuenta propia.

Esto sucede porque, al ver que todo el empeño y el esfuerzo colocado en el plan es un fracaso, ya sea porque con una recaída piensan que todo se ha echado a perder o porque definitivamente, no se puede más; no hay marcha atrás [1], [2]. 

Cuando la motivación y las esperanzas de ver resultados permanentes se desvanecen, es poco lo que queda por hacer; en especial si se trata de razones emocionales. Esto es porque la esperanza se desvanece y, como los resultados no llegan de manera inmediata o por desconocimiento de cómo funciona nuestro organismo, algo que explicaremos en el siguiente punto; simplemente toman la decisión [3].  






3. LA FASE DE CONSOLIDACIÓN DE LAS DIETAS



La mayoría de las dietas de proteínasdietas cetogénicas o dietas keto son los planes de alimentación más populares en la actualidad e incluyen menús con alimentos de origen animal ricos en proteínas y aminoácidos, además de alimentos de origen vegetal como frutas y verduras con muy poco contenido de azúcar, preparaciones de panadería dietética, bebidas de dieta y otros alimentos como los cereales integrales (completos o sin gluten, según el caso) en muy poca cantidad. 


Al iniciar una dieta para adelgazar (cualquier dieta) a la que se le restringen los cabohidratos simples y un poco menos, los complejos; una persona nota una pérdida de peso rápida respecto a su peso inicial, basada en la utilización de la grasa como combustible para la producción del azúcar glucosa [1],[3],[4].

Después de un periodo de unas 8 semanas de pérdida de peso con un tipo de dieta hipocalórica baja en carbohidratos, no importa si se trata de un plan de 1500, 1200 o 1000 kilocalorías o un plan cetogénico; indudablemente nuestro metabolismo trata de equilibrar las cosas [1]

Es decir, tiende a regresar de nuevo al punto de partida; ya que lo considera como el óptimo para esa persona. En este punto, el organismo comienza a modificar un poco el peso para regresarlo al punto donde debe estar. 

A parte de esta sorprendente adaptación de nuestro organismo a las condiciones de escasez de nutrientes; entra en acción una especie de memoria interna de nuestro cerebro que entonces le va a indicar al cuerpo que "estamos lejos" del peso que debemos tener; haciendo que sea mucho más difícil continuar perdiendo peso [4]. 


Esto significa que, cuando una persona ya ha pasado por una fase de pérdida de peso donde el adelgazamiento es rápido; la persona experimenta la fase de consolidación de la dieta. Es decir, el peso se equilibra o detiene.


Una especie de “balanza interna” le indica a nuestro cerebro el peso que debemos mantener en cada etapa de nuestra vida a cada momento. No importa qué tanto nos esforcemos para continuar con la pérdida de peso. Tanto para nuestro cerebro, como para nuestro organismo, una determinada cifra es la ideal si se la deja por mucho tiempo.

Por ejemplo:  Si una persona nota que no puede seguir bajando de peso cuando se ha acercado a los 56 o 54 kilos, el peso que había mantenido por un buen tiempo luego de perder un poco más de 8 kg. en unas 4 a 8 semanas (1 a 2 kilos por semana, aproximadamente) [1]; es el peso usual o el peso ideal para su cerebro. [1], [2]. 

Entonces, seguir perdiendo peso es cuestión de un manejo profesional adecuado.  



<img src="fases-de-una-dieta.jpg" alt="en la fase de pérdida de peso, puedes llegar a perder más de 10 kilos en 2 meses"/>



Si tienes alguna duda, nos puedes dejar un comentario en la parte de abajo de esta entrada. 

Te deseamos un excelente resto de día / de noche. 

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Material de apoyo:
[1]. Boticario, C.  y Angosto, M. (2012). Digestión y metabolismo energético de los nutrientes. Centro de Plascencia. UNED. 
[2]. Martín, Ismael, et al (2014). Hábitos alimentarios y psicológicos en personas que realizan ejercicio físico. Revista Nutrición Hospitalaria, vol. 30, núm. 6, Madrid, España, dic. 2014. 
[3]. Amzallag, William. (2000). De perder peso al control de peso: Experiencia de un programa. revista Cubana de Investigación Biomédica. 19 (2), pp. 98 - 115. 
[4]. Cano, M., Álvarez-Sala, W. & Bilbao-Garay, J. (2001). Manejo de la obesidad en atención primaria. Revista Medifam. 11 (1). pp 4 - 10. Enero de 2001. 


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