Es un hecho. Quieres adelgazar rápido y ¡mientras más rápido, mucho mejor!.
El plan de alimentación para lograr este objetivo, actúa de manera rápida al principio, bajando casi medio kilo por semana de manera saludable; pero pasados algunos meses, se establece una pérdida de peso menor que al comienzo; porque el organismo "se acostumbra" al régimen; y aparte de trabajar con pocas calorías, ya no logra bajar de peso como antes.
En este punto; se pasa de una pérdida de hasta 3 kilos al mes, a 1 o 2 kilos; a menos que, con el tratamiento adecuado en cuanto a medicamentos para bajar de peso, en el caso de las personas con obesidad (IMC de 30 o +); y la dieta adecuada; que son tratadas médicamente; logren bajar 4 o hasta más kilos por mes.
Esta pérdida de peso es de grasa, no de agua.
Para aquellas personas que están haciendo una dieta efectiva para perder peso y adelgazar (una de las dietas bajas en calorías; trátese de una de 1800 o 1500 calorías); puede resultar muy lento el progreso, pues los resultados se ven después de una semana.
Esto es debido a que nos encontramos en una cultura "yaísta", donde priman los resultados casi inmediatos.
A pesar de todo; la dieta baja en calorías, es una de las dietas preferidas por los nutricionistas, para que su paciente logre perder kilos de grasa. Se trata de una dieta equilibrada; porque incluye algunos alimentos a base de azúcar y harinas; que no deben ser suspendidos del todo; puesto que el azúcar previene el síndrome de ansiedad; y las harinas como el almidón, evitan una pérdida de agua considerable.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Antes de que tomes, de la mano de tu nutricionista, cualquier determinación con respecto a una dieta para adelgazar; asegúrate de tener en cuenta los siguientes puntos:
1. EL GRADO DE SOBREPESO: Una persona con más de 30 kilos de sobrepeso; adelgaza más rápido que una persona que tiene, por ejemplo, 6 kilos de más.
2. EL SEXO: Los hombres por regla general, bajan de peso mucho más rápido que las mujeres, puesto que necesitan mucha más energía; por lo que consumen sus reservas calóricas rápidamente.
3. ALIMENTACIÓN PRE-DIETA: Una mala alimentación influye en el metabolismo del organismo; pues éste último se acostumbra a los alimentos grasos y azucarados con algún tipo de carbohidrato simple, que afectan la concentración plasmática de glucosa en la sangre, y por lo tanto, bajan el rendimiento celular.
Por el contrario; una alimentación adecuada, incluso antes de comenzar una dieta que implique la suspensión de alimentos con altas calorías, o un alto contenido graso; favorece la pérdida de peso a corto y a mediado plazo.
- Siempre es aconsejable practicar algo de ejercicio junto con una dieta saludable. El ejercicio ayuda a hacer que la persona queme calorías, que de lo contrario se acumularán en los depósitos adiposos en diversas partes del cuerpo.
- Recuerda que nunca te debes someter a dietas relámpago o restrictivas que, a la larga; solo descompensan el metabolismo, causando efectos nocivos para tu salud en el largo plazo; como problemas del corazón, insuficiencia coronaria, cansancio, bajo rendimiento físico; y otros relacionados con el metabolismo de la insulina.
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