¿QUÉ ES Y CÓMO PREVENIR LA OBESIDAD?

La obesidad se puede definir como una enfermedad caracterizada por el aumento de composición de grasa corporal, que se traduce en un incremento de peso y es considerada como la "gran pandemia del siglo XXI", porque constituye un problema emergente en salud pública. 

Pero más allá de esta definición, se debe tener en cuenta que ésta es una enfermedad que tiene diversos componentes. 

Por un lado, están los factores internos genéticos / metabólicos, lo que implica la fisiología del propio organismo y los factores psicológicos; y por el otro, están los componentes externos, que influyen directamente sobre el estilo de vida de cada individuo y por ende, de su alimentación; llevándolo a consumir alimentos procesados que contienen una gran cantidad de sustancias químicas tóxicas conocidas como conservantes y edulcorantes; reemplazando los alimentos naturales u orgánicos.

También encontramos otros factores externos, entre los que podemos mencionar:

• El factor económico, que posibilita a las personas con mayores ingresos para comprar mucha más comida, a veces sin calidad nutricional,
• El factor mediático y del neuromárketing, y 
• El factor tiempo, que se basa en la poca disposición de tiempo que el ritmo de vida actual obliga a llevar. 

Aún cuando en los comienzos de la humanidad misma las reservas de energía y de masa corporal era indispensable; la evolución hizo que pasara a ser una afección epidémica, propiciada por "hábitos modernos" como el sedentarismo, los problemas psicopatológicos derivados  de deficiencias emocionales como ansiedades y/o miedos; así como por el factor conocido como el "ya", representado por el aumento en la disponibilidad de la comida "lista para consumir" o instantánea. 

Debemos considerar a la obesidad como una enfermedad crónica, ya que el exceso de energía almacenada en forma de grasa corporal actúa como factor de riesgo, que lleva a desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, osteoartritis e incluso cáncer de colon o de estómago. 

La OMS (Organización Mundial de la Salud), acepta diferentes grados de clasificación de la obesidad, según el valor del Indice de Masa Corporal (IMC), que oscila entre un IMC de 27 y 29,9 (Obesidad Tipo I o Sobrepeso), hasta un IMC de más 40, lo que considera como la forma más compleja y de mayor riesgo, al presentarse la Obesidad Mórbida, que se caracteriza porque la persona ya presenta una enfermedad significativa o lo que es lo mismo, una discapacidad grave, como no poder levantarse de la cama. 

Menciono al PhD Profesor de ciencias y médico internista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, Guido Lastra; quien, en un artículo llamado "Obesidad: Epidemia del Nuevo Milenio"(1) quien textualmente escribe: 

Las diferentes estrategias de tratamiento de esta enfermedad multifactorial, implican una disminución en el aporte calórico y un aumento del gasto energéticos....   

El tratamiento definitivo a muy largo plazo posiblemente resulte del desarrollo de la biología molecular, sin embargo en el momento actual ese horizonte está tan lejano que el conocimiento de las graves complicaciones de la obesidad, los esfuerzos educativos, los cambios en el medio ambiente y en el estilo de vida son críticos para enfrentar el desafío.

Este es un problema complejo; que no solamente les corresponde solucionar a los profesionales de la salud, sino también a cada individuo; independientemente de su profesión, la educación que cada persona recibe sobre la correcta alimentación; y a los hábitos y costumbres que ya se están intercalando en la vida diaria de las personas. 

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1. Lastra, Guido y González Guido. Obesidad: Epidemia del Nuevo Milenio. 2005. Disponible en: http://bit.ly/1D6R23O.

2. Basilio, Esteban. 2000. Obesidad, La Epidemia del Siglo XXI. Ed. Diáz de Santos. Segunda Edición. 

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